VIZCAÍNO

El proyecto arquitectónico se enfrentó al desafío de crear una casa práctica y con concepto en un terreno de 180 metros cuadrados. Los objetivos incluyeron la jerarquización del acceso, con una cochera abierta y un jardín lateral que acompañan la entrada principal. El diseño se caracteriza por su estilo simple y volumétrico, con colores tierra y elementos de concreto que le dan un aspecto cementoso.

Se destacó un jardín seco con grava triturada y un árbol de papelillo. Se utilizó una palillería de madera para crear un remate visual en la parte baja de la casa, ocultando puertas como la principal y la de servicio. En el interior, se logró una integración exitosa de espacios con una sala, comedor y cocina en un solo bloque, creando una vivencia libre y sin pretensiones.

A pesar del espacio limitado, se diseñó una cocina que se convirtió en el punto focal, con la alacena oculta bajo las escaleras. El proyecto incluye un carril de nado y una terraza cubierta en la parte trasera, añadiendo elementos de lujo. En la planta superior, se encuentran una sala de televisión, una recámara principal y dos recámaras adicionales, con espacio previsto para un futuro Roof Garden.

Los acabados se seleccionaron estratégicamente, con un mármol carrara en el piso y elementos vistosos en la cocina. La paleta de colores se basa en tonos tierra, eliminando el blanco de los interiores. En resumen, este proyecto logró crear una casa espaciosa y lujosa en un terreno reducido, destacando por su diseño inteligente y elementos atractivos.